Los medios contrahegemónicos y su jerarquía en la defensa de los intereses del pueblo

José Agustín Morán Aguilar

Director Diario "El Oeste" Esquel – Argentina

 

1. Creación de una opinión pública obsecuente con el poder: el discurso de la inseguridad como estrategia de destrucción de lazos sociales e institución de conductas reaccionarias

La gran falacia de los comunicadores sociales y los tecno-sistemas de comunicación de masas de los sistemas capitalistas reside en hacer creer que "solo" transmiten lo que sucede en la "realidad". En expresar a viva voz que lo que supuestamente la gente común aspira saber. Subrrogándose así el pensamiento, las ideas, los cuestionamiento y aún los derechos de quienes en realidad quedan excluidos de esta discusión.

Encargados de encamarar campañas sobre la base de ley y orden imperial se crea opinión pública en una suerte de realidad ilusoria instaurando, por ejemplo, debates sobre la inseguridad, tan corrientes en la prensa argentina a partir de la violencia que el mismo sistema engendra. El discurso sobre la violencia más elemental, más convencional y más ensordecedor es el que denuncia su aumento.

Se recurre una y otra vez a ejemplificar la violencia con los delitos callejeros y urbanos llegando a concluir que ésta es la única forma de expresión que la misma tiene, situación que conlleva directamente a excluir de esta definición, aunque sea fácticamente, cualquier otra forma de violencia, muchas veces más cruel en sus consecuencias pero siempre, eso sí, más discreta en los hechos (delitos de cuello blanco, delitos ministeriales con políticas capaces de hambrear grandes regiones, delitos de tránsito que actualmente cobran 9.000 vidas en la Argentina, etc.).

El argumento de la inseguridad instiga a la producción de indignación moral favoreciendo así la instauración de nuevos y más sofisticados mecanismos de control y represión, ahora sí, ampliamente concensuados y eufóricamente solicitados, gracias a los frondosos espacios que la prensa oficial otorga al tema, cómplices de una forma más de aniquilación.

Las presiones ejercidas por los medios de comunicación son tan grandes que la puesta en escena de dichos roles censurados se hace inevitable para los grupos perseguidos y estereotipados.

La anomia es instaurada por los medios como justificación a la violencia colectiva; podemos ver con estupor la glorificación de "justicieros" que en nombre de la "auto-defensa" vulneran las instituciones jurídicas con el consentimiento y apoyo generalizado, con la increíble superposición de valores disímiles tales como la defensa de la propiedad privada por sobre la vida.

2. La tecnología en los medios al servicio del imperio

La cadena norteamericana TNT (Turner Network Television) aspira a entrar fuertemente en el mercado latinoamericano: dispone de una videoteca con dos mil películas clásicas de la Metro Goldwin Mayer y de la Warner Brothers, anteriores a 1950, dos mil cintas de dibujos animados; treinta películas de la Columbia Broadcasting System (C.B.S), cuatro series de televisión con más de cien episodios cada una, y una gran cantidad de documentales y programas especiales. Todo el material tiene doblaje o subtítulos en español. Quieren además integrar programas realizados por instituciones culturales u organismos oficiales de nuestros países. Los directivos de esta cadena que tomamos como ejemplo opinan que "no es que necesitemos ese material para nuestra programación, pero deseamos mostrar el sentimiento latinoamericano." ¿Sentimiento latinoamericano o encubrimiento perverso de la mentira y colonización cultural?

La sociedad de consumo plantea mayor necesidad de trabajo para obtener más objetos de consumo, la resultante es: ambos padres trabajando más horas fuera de su hogar. Es a los niños que quedan en su casa, solos o no, a donde apuntalan los medios masivos la temprana introyección del sistema sustentado.

Las series extranjeras, específicamente norteamericanas, logran hacer asimilar en la psique del niño toda la programada propaganda del poder en favor de su reforzamiento y del consecuente control de la sociedad. Ponen el acento en el desprecio por la vida humana, los derechos humanos en general, lo que nos demuestra que, irónicamente, no se trata de una mera casualidad.

Se sustituye la comunicación entre personas por la comunicación entre medios en donde el poder ve realizada con mayor satisfacción su expansión.

En la actualidad sabemos que a través de un satélite se puede conocer todo lo que acontece, ampliando el saber del control a la máxima expresión posible basándose esencialmente en su tecnificación. El saber crea poder, y uno de los desafíos de esta era tecnológica, de comunicaciones por Internet, es comprender cómo utilizar esa tecnología que produce el imperio para una mayor interacción entre nuestros pueblos, entre los trabajadores de prensa, apostando a un crecimiento de fuerte raigambre latinoamericana que utilice las herramientas que el capitalismo entrega para conseguir un intercambio y formación que permita combatir a esa misma perversión.

3. Los condicionamientos políticos regionales

El poder restringe la libertad de prensa y el derecho a la libre información coaccionando, principalmente mediante la presión económica, a los periódicos que no se alinean bajo el discurso hegemónico y claudicante. Además del hostigamiento verbal directo, el uso de los fondos de publicidad oficial discrecional es la mejor arma para eliminar a los críticos.

Un medio de tirada diaria y regional no alcanza con su precio de tapa a sostener los gastos que generan las tareas habituales desde la recolección de la información hasta la cadena de distribución –vale aclarar que esta brecha se encuentra constantemente amenazada ante cada nuevo plan económico de la ortodoxia liberal que pretende gravar con impuestos las expresiones de cultura o comunicación, en un claro intento de extinguir a los que resisten ser sus adláteres- por lo cual, la venta de espacios publicitarios se hace imperativa para equilibrar las cuentas.

Estos espacios, dada la recesión económica con la consecuente retracción del "mercado" que disminuye notoriamente los ingresos vía actividad comercial privada —refiriéndonos en nuestro caso a las pequeñas empresas y negocios— sólo pueden ser llenados por el señorío de turno, lo que equivale a dejar en manos de un estado subordinado a las políticas que se recetan desde el imperio la voluntad "divina" sobre cuál es la prensa que conviene a sus intereses y cual ajusta excluir.

Así mientras medios de comunicación reciben cuantiosas sumas de dinero en retribución a su silencio u obsecuencia —dado que la acción no encuentra argumentaciones en su calidad noticiaria e información socializada— otros, que defienden la verdad a rajatabla con opinión crítica responsable y comprometida, se ven condenados a participar de las migajas de la fiesta, en el mejor de los casos.

Provincia como la de referencia de nuestro diario, invierte aproximadamente 12 millones de dólares anuales sólo en publicidad directa y declarada, donde, por ejemplo, el periódico del cual es propietario un senador del mismo signo político del poder, recibe la mitad de ese gasto estéril, pisoteando toda cualidad para convertirse en meros voceros oficiosos, con el consecuente engaño al pueblo a quienes pretenden convencer de que son la voz independiente del mismo. Hablamos de una provincia de poco más de 450.000 habitantes, con un 70% de su población bajo la línea de pobreza y un presupuesto anual para atender todas las necesidades sociales, educativas, sanitarias, judiciales, legislativas y de funcionamiento burocrático cercano a los 700 millones de dólares.

También es dable aclarar que otro método de coacción utilizado corrientemente es la vía de asfixia a través de los créditos tomados por lo general en la banca oficial para paliar las acuciantes situaciones financieras que derivan la opinión independiente y la intransigencia a tan aberrantes extorsiones so pena de embargos de maquinarias indispensables para la edición.

Esto hace que los trabajadores del medio se vean obligados a subsistir frecuentemente con salarios que no satisfacen sus necesidades básicas, y donde la imagen de empresario del capitalismo distintivo se hace trizas frente a la realidad, pues el propietario de la herramienta comunicacional tiene invertido todo su capital entre las paredes del periódico, viendo como se devalúa día a día, enajenando quizás su automóvil o vivienda para cumplir con sus compromisos y viviendo en condiciones tan misérrimas como la de sus trabajadores.

Lamentablemente, la desaparición de la publicidad sólo puede darse en el marco de regímenes socialistas donde el estado promueva y priorice el derecho a la libre información, y si bien sobre el particular opinamos en concordancia con el Presidente del Consejo de Estado de la República de Cuba Fidel Castro en cuanto a su inutilidad, perjuicio y dilapidación de recursos, el imperio obliga a jugar con sus reglas coartando cualquier alternativa.

4. Una reflexión sobre la publicidad y sus consecuencias

Haciendo un pequeño análisis sobre la publicidad, ésta tiene la característica de universalizar las comunicaciones. La información llega hacia nosotros a través de muchos medios, porque se apoya económicamente en la publicidad. Es por eso que nadie es ajeno completamente a los mensajes publicitarios, algunos más, otros menos, pero todos somos peligrosamente vulnerables a ella.

Cuando miramos la televisión, cuando escuchamos la radio, cuando leemos el diario y hasta cuando caminamos por la calle vamos recibiendo miles de marcas, a través de todos nuestros sentidos. Todos los avisos, en su conjunto, transmiten un mensaje, transmiten los valores, la ideología, el modelo al cual la sociedad (los consumidores, nosotros) tiene que ajustar sus acciones y actitudes, vale decir, el modelo hegemónico e imperial.

Se ha dicho que la publicidad es un producto del sistema capitalista, liberal y periférico. Este sistema promueve la ideología (que la sociedad por poco tiene como valores) de consumir más, tener más, disfrutar más, competir más, agredir más y ganar más. Esta ideología es a todas luces individualista y materialista a más no poder, por lo tanto la publicidad, como producto del sistema, necesariamente la tiene que expresar. Y lo hace.

Dado que la publicidad es promotora de transformaciones sociales (es la parte principal de los medios masivos de comunicación, ya que financia casi el 100% de los diarios y revistas), los anunciantes y publicistas deberían sentirse impulsados a tener en cuenta que las publicidades en su conjunto transmiten más que marcas; transmiten, como ya dijimos, valores, ideologías y concepciones del objetivo de vida, que modifican las actitudes de los individuos (o al menos eso creemos).

La sociedad debe esforzarse por comprender el fenómeno de la publicidad, ya que el estado la utiliza como mecanismo de dominación. Es prioritario —ante la imposibilidad de crear bolsones socialistas dentro de un contexto de ortodoxia liberal— explotar sus virtudes, depurar sus defectos y favorecer sus potencialidades positivas y de servicios en el seno de la sociedad, pero jamás financiando la difusión de información embustera que pretenda encolumnar a la población bajo las banderas del estilo de vida del imperio.

Para colmo de los medios gráficos, la televisión es sin duda el medio preferido para la publicidad infantil. El niño, debido a sus condiciones psicológicas y a su mayor indefensión ante el exterior, tiende a difuminar las diferencias existentes entre los programas normales y la publicidad, por lo cual no establece con nitidez la distinción entre, por ejemplo, una historieta de dibujos animados y otra que sirve para apoyar a la venta de un producto con la ideología que conlleva el mismo. En muchas familias la televisión se ha convertido en la principal fuente de diversión del niño, un juguete visual del que este recibe múltiples influencias, muchas de ellas negativas para el desarrollo de la personalidad. La experiencia demuestra que un excesivo consumo de televisión fomenta la pasividad y la dependencia, reduce la capacidad creativa y sustituye la imaginación por el mimetismo. Y hay razones sólidas para pensar que, la publicidad dirigida al niño acentúa, incluso explota premeditadamente, tales efectos.

Los medios gráficos independientes, conscientes de ello y de su perjuicio potencial para los ciudadanos que tomarán decisiones en el futuro, intentan, mediante suplementos o espacios dedicados exclusivamente al pequeño lector, evitar o minimizar los riesgos de esta colonización mental constante con la cual se ven agredidos, invitándolos a asumir la libertad de pensar sin condicionamientos.

Para finalizar, la mentira es empleada para manipular a las personas, sin utilizar medios aparentemente tan violentos. Es que la publicidad, por definición, no puede ser auténticamente veraz; no puede decir lo que pretende lograr: convencernos de que compremos cada vez más. No puede confesar su razón de ser: conservar en pie el sistema socioeconómico, sin importarle que sea esencialmente materialista, injusto, violento, individualista y genocida.

La mentira tendrá patas cortas, pero cuenta con muy variados recursos. Puede proponer como cierto algo que no lo es. O negar que lo sea, algo que sí es. Puede ocultar datos importantes, que impidan la correcta comprensión de lo que se transmite. También modificando algo, deformándolo de manera que sea irreconocible. Y se puede engañar con trucos en todos los medios. De allí la necesidad que expondremos de recrear espacios que permitan aunar lo mejor de la intelectualidad de nuestros países para repensar las formas de combatir este complemento tóxico buscando formas alternativas de financiamiento para su eliminación o subvaloración .

5. Los medios contrahegemónicos y su jerarquía en la defensa de los intereses del pueblo

Ante el avasallamiento de los derechos de la sociedad, los medios alternativos juegan un papel fundamental en su defensa, dada su falta de condicionamientos espurios y, en el caso de los regionales, en la identificación del lector con la línea editorial, que no hace más que sentar posición ante el poder convirtiéndose en vocero ciudadano.

La tarea, innegablemente difícil, suele resultar en una presión que el poder no puede a veces soslayar, por lo cual no debemos desestimar la capacidad que –aún desde la práctica casi artesanal determinada por las coyunturas económicas- la prensa tiene para poner coto al ultraje. Repetimos, tarea ardua, muchas veces infructuosa, pero que en algún momento se torna embarazoso para el poder no hacerse eco de los reclamos populares y logra sus objetivos.

Para ejemplificar, mencionaremos una de las problemáticas de la región chubutense cordillerana que tuvo en vilo a su población —y nunca se sabe a qué funcionario de turno ocurrirá reeditarla— como fue, en su oportunidad, la instalación de un basurero nuclear en la zona. El Oeste también tiene el compromiso de defensa, además de las vidas humanas y las condiciones sociales, del medio ambiente que nos rodea, por lo cual fuimos en soledad los que alzamos la voz una y otra vez, luchando contra los grandes multimedios nacionales que pretendían vendernos la mentira de su inocuidad y su importancia en un supuesto desarrollo económico para los pobladores que habitan la región en condiciones miserables. No vale mencionar mucho más que los residuos contaminantes que se pretendían enterrar provenían de los países desarrollados que, en términos vulgares, buscan colocar los excrementos que promueve su maquinaria en terreno ajeno, y cuanto más lejos, mejor.

Así a diario insistimos con el tema, lo tomamos como bandera, publicamos en infinidad de ocasiones opiniones "políticamente incorrectas" para el sistema, hasta que la lucha por la verdad dio sus resultados. Transcribimos una de las editoriales publicadas en ocasión de torcerle el brazo al poderoso:

"La decisión del bloque de diputados nacionales justicialistas de modificar el proyecto de ley de regulación de la actividad nuclear en nuestro país, respetando la voluntad de las provincias en materia de localización de un repositorio o basurero nuclear, comunicada oficialmente por el titular de esa bancada, debe considerarse como un rotundo triunfo de la movilización popular de la ciudadanía del Chubut, que acompañó en la las plazas y calles de nuestras ciudades a la férrea posición sustentada por el gobernador ante la intransigencia popular, el conjunto de las fuerzas políticas y los legisladores nacionales que nos representan ante el Parlamento, contraria a la utilización de nuestro territorio para construir dichas instalaciones.

Tal fue el clamor del pueblo patagónico en general y chubutense en particular y tan férrea la actitud asumida por las autoridades provinciales y nuestros representantes respondiendo a las demandas de la ciudadanía, que el presidente Menem optó desde Europa por negar la posibilidad de instalar el basurero nuclear en Gastre, dando de esa forma las obvias señales a la dirigencia de su partido para que rápidamente desandara el camino peligroso iniciado días atrás cuando, en un plenario de comisiones de la Cámara de Diputados, se aprobó el controvertido proyecto de ley que en la práctica avasallaba a las provincias y ponía en tela de juicio el sistema federal consagrado por la Constitución Nacional.

Podemos afirmar sin temor a exagerar, que en un país signado por la desmovilización, la apatía y la resignación de su pueblo, cuando la ciudadanía de una provincia y una región se puso de pié para oponerse a la ilegalidad y a la injusticia, interactuando con sus gobernantes locales, sus corporaciones municipales y virtualmente todas las entidades intermedias que la representan sectorialmente, los poderes centrales se encontraron con un frente unido, sin fisuras, atípico en la Argentina de los últimos años, los que llevó inevitablemente a reexaminar posiciones, flexibilizar conductas y mensurar los costos y los beneficios de la eventual imposición de acciones que generarían un estado de cosas peligroso para la paz social y hasta la integridad nacional.

Desde luego no podemos ni debemos dormirnos sobre los laureles, ya que falta aún aprobar la ley en el Congreso y en el ínterin todavía el Diablo puede meter la cola, razón por la cual no tenemos que cesar en nuestra plausible interacción del pueblo del Chubut, que implica un estado de movilización permanente, hasta que los nubarrones se disipen definitivamente en el horizonte.

Pero también tenemos que sacar enseñanzas de este episodio, ya que nos demuestra que en tanto luchemos todos unidos en procura de la defensa de nuestros más legítimos derechos, como una equitativa coparticipación de impuestos, en tanto el gobernador, la Legislatura, los diputados y senadores nacionales que nos representan, las entidades intermedias, los estudiantes, los medios de comunicación y, en fin, el conjunto del pueblo, tiremos para el mismo lado, nuestro futuro ser  mejor y mas venturoso."

Otro tanto ocurrió recientemente, ante el avance del poder central sobre la quita de los beneficios a los combustibles líquidos y subsidio al gas, que vale aclarar en una región marginal, desértica y con temperaturas poco soportables, equivalía a condenar literalmente a la muerte a numerosos patagónicos. Repetimos la experiencia, fusionados con la comunidad defendimos a rajatabla el derecho, unos desde las páginas de nuestro periódico, otros en movilizaciones populares. Nuevamente se torció el brazo a los fundamentalistas del mercado que desmadejan nuestros recursos. Un diputado nacional, en entrevista con una trabajadora de El Oeste, confesó que cuando las imágenes televisivas, las editoriales vía Internet, llegaron a manos de los funcionarios estos quedaron estáticos: no podían entender cómo un pueblo que apenas reconocían en el mapa y sólo asociaban a sus bellezas naturales había logrado congregarse en tal número y con tal decisión. Sorprendidos por la capacidad de lucha de una comunidad pequeña, y ante las derivaciones políticas que tendría sostener la medida, dieron marcha atrás, otra vez.

Es así como, aún con dificultades gravísimas de recursos, continuamos día a día trabajando bajo nuestras consignas de siempre: derecho a la información, salvaguardia a rajatabla de la verdad, compromiso con el país que pretendemos y con la región donde habitamos, tanto nuestra aldea como con los países hermanos.

Seremos breves a fuerza de parecer aduladores con quienes hoy nos reciben como hermanos, pero El Oeste —lo cual representa un orgullo para todos los que formamos parte de él— se constituyó en el único medio patagónico que con opinión propia y pensamiento original castigó repetidamente el voto condenatorio del gobierno argentino en la OEA a la República de Cuba. Y más allá de no tener poder para influir en decisiones vasallas de nuestros funcionarios, es más gratificante saber que nuestra comunidad, la gente que trabaja todos los días si tiene en suerte de estar empleado y no ocupa sillones pomposos para, como bien lo expresó Fidel Castro, traicionar a los argentinos para ser "lamebotas" del imperialismo norteamericano, se hace eco de nuestras palabras y se siente hermanada con este pueblo, autónomamente del bombardeo oficial tratando de justificar lo injustificable.

6. A modo de cierre, a modo de propuesta

Nuestro gran desafío es cómo, con nuestros escasos recursos económicos pero casi infinitos intelectuales, logramos eludir las zancadillas del sistema que clama por nuestra desaparición. La necesidad de unir nuestras fuerzas y poner en juego toda nuestra creatividad es lo único que garantizará seguir siendo fieles a nuestras convicciones. Es por eso que creemos firmemente que este Congreso debe trabajar con empeño para establecer acuerdos de cooperación, pasantías para nuestros trabajadores, y cualquiera sea el avío que nos permita "seguir siendo el instrumento de influir de manera avasalladora sobre los factores subjetivos del imperio", tal como El Presidente Castro instó en el Congreso de la FELAP, apelando, según sus mismas palabras, a organizarnos desde este ámbito.