Agravado por asesinatos y atentados múltiples
UN CRECIENTE DETERIORO
DE LA
PROFESIÓN PERIODÍSTICA
HERNÁN URIBE
En el universo periodístico el año 2002 quedará nuevamente marcado por los crímenes en contra de los informadores y singularmente por el cruel asesinato en Pakistán del estadounidense Daniel Pearl cometido entre enero y febrero pasados. Se desconoce exactamente la fecha exacta de su muerte.
El caso de Pearl deja lecciones. Como se recordará, durante la irracional agresión armada en contra de Afganistán so pretexto de una guerra contra el terrorismo, fueron asesinados ocho colegas precedentes de Alemania, Australia, España, Francia, Italia y Suecia. No hubo víctimas estadounidenses, seguramente porque los informadores de esa nacionalidad lisa y llanamente no cubrieron el conflicto salvo desde los barcos y aviones de guerra. En los hechos, los medios de comunicación de EE.UU. fueron abastecidos de "noticias" por el Pentágono.
Pearl fue, pues, una víctima tardía del belicismo de quienes dirigen su propio país, y el carácter de su muerte resume el odio despertado en los agredidos. Reportero de "The Wall Street Journal", fue secuestrado en Karachi (Pakistán) el 23 de enero pasado, y por medio de un correo electrónico se atribuyó la acción una organización que se hizo llamar "Movimiento Nacional para la Restauración de la Soberanía Pakistaní (MNRSP). El mensaje estaba acompañado de una fotografía de Pearl, encadenado, en tanto que una pistola apuntaba a sus sienes.
Desde entonces, todo fue confuso. El dos de febrero, voceros norteamericanos instalados en Karachi, dijeron que los secuestradores exigían la liberación de los presos paquistaníes recluidos en la base militar de Guantánamo, la libertad de Abdul Salam Zaeef, es embajador talibán en Pakistán y dos millones de dólares. Simultáneamente, el MNRSP imputó al periodista la calidad de Mossad, el servicio secreto israelí. Al día siguiente, fuentes policiales paquistaníes sugirieron que el plagiado estaba muerto, pero no aportaron pruebas de ello.
Sin embargo, la afirmación parecía verdadera, a partir de que el uno de febrero el Secretario de Estado, Colin Powell había enfatizado que no habría negociaciones con los plagiarios, ni había tenido eco el llamado de Marianne Pearl, la esposa de Daniel embarazada de siete meses, y también periodista: ¡Somos periodistas, no espías! La vida del periodista no interesaba a Washington.
Ahmed Omar, dirigente islámico, detenido en Karachi y supuesto responsable del secuestro afirmó el 14 de febrero: "Por lo que sé, Pearl está muerto, de modo que no pienso defenderme de las acusaciones" (EFE, desde Karachi). Mas, la confirmación del asesinato se produjo sólo el 21 de febrero cuando fue distribuido el macabro video que muestra el degüello de Pearl y luego un acercamiento sobre la cabeza, que ya aparece separada del tronco. La filmación fue recibida por una periodista paquistaní, quien la entregaría enseguida al consulado de Estados Unidos.
Hasta el 20 de mayo, no aparecía el cadáver del reportero.
Aparte de los combatientes, vastos sectores de la población civil y de manera notoria, periodistas, han venido perdiendo la vida en la desenfrenada "batalla contra el terrorismo" desatada por Estados Unidos en un plano mundial. En la reunión patrocinada por la UNESCO y efectuada en Manila (Filipinas) en ocasión del Tres de Mayo, instituido como el Día de la Libertad de Prensa, se advirtió acerca de esa realidad cuya otra característica es una permanente violación de la libertad de expresión.
Las críticas provinieron ahora no sólo de países islámicos o adversos ideológicos de EE.UU. sino de las filas permanentes defensores de la nación imperial. Por ejemplo, Chris Warren, presidente de la Federación Internacional de Periodistas (FIP) se expresó así: "Esta crisis reta al profesionalismo de los medios y afecta la capacidad de los periodistas para trabajar de manera segura en medio de una atmósfera de miedo e incertidumbre. ¡Si nunca fue fácil, hoy es más difícil que nunca! Los llamamientos patrióticos y nacionalistas en contra del terrorismo, la falta de una definición clara del enemigo y de los objetivos, crean una atmósfera de paranoia que hace vulnerable y frágil el espíritu de la libertad de prensa".
A la vez, y en otro encuentro auspiciado asimismo por la UNESCO el 3 de mayo en San José (Costa Rica), el presidente de FELAP, Luis Suárez, manifestó: "El terrorismo, como el narcotráfico, y el paramilitarismo, que también se practica e igualmente contra periodistas, se suma ahora a las causas que condicionan o trituran la libertad de prensa. Contra el terrorismo, y también con y por el terrorismo, se libra una verdadera guerra, donde se confunden objetivos y se cubren otros intereses estratégicos. Y como bien dice el experto y prestigiado periodista Ignacio Ramonet, ahora toda guerra se desarrolla en dos frentes: el militar y el mediático. El terrorismo calcula el efecto mediático de sus acciones criminales; el anti terrismo también, y quiere redes y medios a su servicio"
Fúnebre récord
Latinoamericano
En el mencionado encuentro de Manila, UNESCO entregó la siguiente nómina de periodistas caídos hasta abril del año en curso:
- Jimmy Higgeny, en Uganda
- Raffaele Ciriello, italiano, en Ramalá, Palestina
- Daniel Pearl, estadounidense, en Pakistán
- Jorge Tortosa, venezolano, en Caracas
- Héctor Sandoval, Colombiano, en Cali, Colombia
- Benjamín Hernández, filipino
Esta enumeración es muy incompleta, pues la estadística que lleva CIAP- FELAP permite agregar los siguientes casos de muertos con violencia:
- María Teresa Guzmán, boliviana
- Walter López, colombiano
- Juan Carlos Gómez, colombiano
- Marco Antonio Ayala, colombiano
- Víctor Omar Acosta, colombiano
- Samuel Morales, mexicano
- Félix Alonso Fernández, mexicano
De esa manera, América latina aporta, como ha sido habitual en los últimos tiempos, la mayor cuota de muertos, ya que del total de trece, nuevo son de esa región y otro rasgo que se mantiene es que Colombia, con cinco víctimas es la nación más afectada. De una reciente encuesta se deduce que los grupos armados, de todo signo "son los que más intimidan en Colombia a los comunicadores en ejercicio de su profesión", aunque simultáneamente, se afirma que "todo el territorio nacional es peligroso para la práctica del periodismo".
El aludido estudio fue realizado por el Observatorio de Medios de la Universidad de Sabana y recogido por el diario "El Colombiano" (Medellín) en un escrito de Luis David Ovando López, quen se refiere a los efectos del hostigamiento que sufre la prensa colombiana. Escribe: "el 52 % de los 159 comunicadores consultados consideran que en los medios donde trabajan se aplica la autocensura, mientras el 42% opina lo contrario y el 9% no sabe. (En nuestro informe –resumen del 2001 anotamos la muerte violenta en el planeta de 100 informadores, 16 de los cuales fueron latinoamericanos de siete países)
Cómo murieron
He aquí algunos detalles acerca de las circunstancias que rodearon la muerte de los colegas antes nombrados.
- Jorge Tortoza, reportero gráfico del "Diario 2001" (Caracas) murió de un disparo en la cabeza, el 11 de abril pasado, mientras cubría las manifestaciones callejeras que formaron parte del fallido golpe de estado en contra del presidente Hugo Chávez. En esa ocasión resultaron heridos, Jonathan Fuentes del diario "Tal cual", Enrique Hernández, de la agencia noticiosa "Venpres" y Luis Hernández, hermano del anterior, del diario "Avance".
- Héctor Saldoval, reportero y Walter López, chofer, ambos trabajadores de Radio Nacional de Colombia (RNC) fueron muertos por disparos de la policía o del ejército (no ha sido aclarado) en abril último y mientras investigaban el secuestro de 12 diputados en Cali.
- Juan Carlos López, de 23 años, de radio "La Voz de Aguachica" fue secuestrado el uno de abril pasado. Su cadáver fue encontrado en el río Magdalena, con signos de tortura y dos disparos en la cabeza.
- Marco Antonio Ayala, fotógrafo del diario "El Caleño" perdió la vida cuando le dispararon antes de ingresar al periódico el 23-1-02.
- Víctor Omar Acosta, murió por disparon el 14 de mayo pasado en Yumbo, Valle del Cauca.
- Julio S. Morales, conocido por su seudónimo de Servero Mirón, murió degollado a los 79 años en las oficinas de la Asociación Mexicana de Radio y Televisión que él presidía.
- Félix Alonso Hernández, director del periódico "Nueva Opción" fue asesinado en la ciudad de Miguel Alemán (Estado de Tamaulipas) el 18 de enero último. Le dispararon desde un vehículo en marcha. El crimen se atribuyó a narcotraficantes en atención a las denuncias que sobre el tema había formulado el periodista.
- María Teresa Guzmán, murió el 12 de abril último cuando explosionó una bomba en el automóvil en que viajaba y que mató también al conductor, Guillermo Zenteno.
Editora de la revista femenina del cotidiano "El Diario" (La Paz) y esposa del director de ese medio, Jorge Carrasco, la colega Guzmán era una prestigiada profesional de Bolivia, cuyo fallecimiento provocó condolencias y estupor. También hubo sorpresas, a tener del siguiente despacho publicado el 13 de mayo último en el diario "El Mercurio" (Santiago de Chile):
"La Paz –En un increíble vuelco policial, el director del periódico "El Diario", decano de la prensa boliviana, Jorge Carrasco, fue detenido anoche como presunto autor intelectual del asesinato de su esposa, María Teresa Guzmán, informaron fuentes policiales. El arresto del empresario periodístico se produjo luego que su chofer, Javier Chávez, confesó haber contratado a sicarios para atentar con explosivos contra el vehículo de la mujer cuando esta era conducida a su residencia en La Paz".
LA HERIDA VOZ DE
PALESTINA
- En un encuentro cuasi semestral como el que hacemos, es ineludible mencionar las agresiones israelíes en contra de Palestina, cincuenta de cuyos periodistas han sido gravemente heridos desde el comienzo de la Segunda Intifada (septiembre 2000).
- A comienzo de enero pasado, el ejército israelí derribó tres plantas de las cinco que componían el edificio en que funcionaba la radioemisora "Voz de Palestina" en Ramalá. En el atentado se utilizaron tanques, explosivos y palas mecánicas, aplicándose así un método de represalia consistente en demoler residencias que ni siquiera idearon los hitleristas germanos.
- También en Ramalá fue asesinado el reportero gráfico italiano Raffaele Ciriello, de 42 años y quien trabajaba para el diario "Corrieri dela Sera. El 13 de marzo último, una ráfaga de ametralladora disparada desde un tanque israelí acobó con la existencia de este colega que antes había arriesgado su vida en Afganistán donde vio morir a su colega de medio, maría Grazia Cutuli. Ciriello había llegado a Ramalá el 19 de marzo acreditado ante la Autoridad Nacional Palestina. "Ciriello estaba fotografiando a jóvenes palestino que eran seguidos por un tanque cuando se disparó desde el blindado sin que mediara provocación alguna" declaró Amedeo Ricucci, enviado de la RAI y testigo de hecho.
- En coincidencia temporal con el asesinato de Ciriello, el secretario general de Naciones Unidas Kofi Annan, calificó de ilegal las ocupaciones de territorios palestinos por la llamada Basílica de la Natividad, en Belén, militares israelíes detuvieron a cinco periodistas de Associated Press, France Press y Reuters. A todos les fueron confiscadas sus credenciales de prensa.
Deterioro de la profesión
Se ha manifestado, y con razón, que bajo el sistema neoliberal que, con mayor fuerza se ha impuesto en nuestra región desde la década de los noventa del siglo anterior, la matanza de periodistas se asemeja a la producida bajo las dictaduras de los años sesenta y setenta. En efectivo, pero con el agravante de que en los tiempos que vivimos se registra igualmente un deterioro evidente de la calidad del periodismo y en las condiciones de trabajo de los periodistas. Al hablar de atentados, no se trata entonces, solamente de la aplicación de una violencia física, ejemplifiquemos:
Argentina
- La crisis mayúscula, el derrumbe la economía argentina, víctima dramática del neoliberalismo, han sido universalmente divulgadas. Empero, por ejemplo, el hecho de que la mitad (18 millones) de la población esté sumida en la pobreza, oculta o desvanece mejor, casos particulares como es el del periodismo.
- En Argentina se pretende hoy liquidar el Estatuto del Periodista, legislación definida como "un sistema de principios, derechos y garantías de orden político-social y jurídico que durante más de cincuenta años ha articulado y sintetizado dos aspectos esenciales e inseparables del ejercicio profesional: la libertad de expresión y una estabilidad digna del trabajo" (ANC, Héctor López Torres). La derogación de aquellos preceptos legales es un viejo anhelo de las empresas periodísticas, denunció la UTPBA ante la presentación que en tal sentido hizo el ya empresario Jorge Fonteccchia.
- Al mismo tiempo, la obra social de los trabajadores de Prensa de Buenos Aires (ostpba) denunció el pasado abril que las empresas periodísticas y organismos del Estado adeudan más de diez millones de pesos al sistema solidario de la salud. Esto pone en riesgo, agregó, la cobertura de la salud de los periodistas, de sus grupos familiares y de los jubilados.
- Paraguay
- En Paraguay, muchas empresas tampoco están al día en el pago de la seguridad social, pero además, no hay puntualidad en el pago de los salarios y ha proseguido el despido de los periodistas, señala un comunicado del Sindicato de Periodistas de Paraguay (SPP). Puntualiza, luego que "El despido de trabajadores es la única forma que encuentran para recuperar sus márgenes tradicionales de rentabilidad" y concluye con la afirmación de que las condiciones laborales se han deteriorado considerablemente en los últimos años.
- CHILE
- Un Congreso del Colegio de Periodistas de Chile (marzo /02) utilizó el mismo término-deterioro-para referirse a las condiciones laborales de los profesionales de ese país. Comprobó ese encuentro que existe un alto índice de cesantía (desempleo), bajos salarios y baja calidad del periodismo. (El menoscabo comienza por la propia organización desde que la dictadura militar liquidó los colegios profesionales como entidades de derecho público)
- Muchos periodistas trabajan en el aparato comunicacional del Estado, pero el 80% de ellos lo hace en condiciones precarias y carece de estabilidad -El congreso analizó también el campo ocupacional fuera de los medios. Un sector cuantitativamente importante se dedica a las Relaciones Públicas. Otro segmento – y esto es relativamente nuevo en Chile – hace el papel de "agente de prensa", trabajo que nació siglo y medio atrás en Estados Unidos, ligado a los actores y productores de revistas escénicas. Su labor fue – y lo es – proyectar a los comediantes y morigerar las críticas.
- Según el documento del Congreso, esas tareas se han extendido hacía los políticos, mas esos periodistas – agentes, subraya, carecen de protección en cuanto a leyes sociales y sus remuneraciones las deben negociar individualmente.
- Para sintetizar, hemos expuesto parte de la situación en tres países, aunque creemos que lo descrito es más general, se extiende a la mayoría de las naciones de la región.
- Propuesta
- Los problemas de los periodistas deben ser observados y analizados en un todo y al mismo tiempo, cuando han transcurrido prácticamente dos años del siglo XXI y estamos en vísperas de un Congreso de FELAP, se hace conveniente y necesario, realizar un diagnóstico de las condiciones de trabajo y la seguridad de los periodistas en la región latinoamericana y caribeña.
- Esa tarea puede ser efectuada mediante una investigación en la que se unan, por ejemplo, entidades de índole sindical como la Unión de Trabajadores de la Prensa de Buenos Aires (UTPBA), el sindicato de Panamá y/o auspicio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El carácter tripartito de la OIP –asalariados, empresarios y estatales – ofrece de partida, una ventaja, cual es, la eventualidad de que algunas recomendaciones puedan hacerse realidad.
- En cualquier caso, el estudio debe profundizar en las condiciones de trabajo y de vida de los periodistas y otros trabajadores de los órganos de difusión, ya que sabemos que la incursión de la OIT en esta materia data de 1985.
- La investigación debe incluir el rubro de la imagen que la sociedad tiene hoy del periodista, cuya presencia también está disminuida como efecto de las políticas noticiosas y editoriales de los empresarios y hacia las cuales el profesional carece, en veces absolutamente, de un poder de decisión. En ese campo y al ser agredido está pagando culpas agenas.